El ransomware (también conocido como rogueware o scareware) restringe el acceso a tu sistema y exige el pago de un rescate para eliminar la restricción.
El ransomware es un tipo de malware que impide al usuario acceder a los datos y sistemas de su empresa bloqueando los equipos, cifrando los datos de modo que sean prácticamente irrecuperables, lo cual obliga al individuo o compañía a pagar un rescate para recuperar el acceso.
Estafadores y grandes redes criminales, dotados de grandes conocimientos en programación informática y cada vez desarrollan nuevas variantes más complicadas de detectar por los sistemas de seguridad.
Obtienen tantos beneficios por los rescates pagados por la gente con la falsa creencia de que puede recuperar la información de sus ordenadores que los cibercriminales han comenzado a desarrollar nuevos ransomware para teléfonos móviles.
Es el malware que más afecta a los clientes y tiene un impacto directo, ya que te impide trabajar.
Los expertos recomiendan no pagar el rescate, ya que no existe ninguna garantía de que vuelvas a tener acceso a la información. Lo mejor es denunciarlo a los cuerpos de seguridad en cuanto detectemos el virus. Se puede intentar romper el cifrado, contactando con tu empresa de antivirus o proveedor de seguridad. Para prevenir y no arriesgarte a perder todos los archivos que tienes en tu ordenador hay que realizar copias de seguridad diarias o semanales y guardarlos fuera de tu equipo, p.ej. en la nube.
Existen muchos variantes del ransomware y continuamente salen nuevas. Los más importantes son:
Los dos son del tipo troyano y habitualmente se distribuye por un falso correo con un adjunto de tipo .pdf o .exe. Bloquean archivos y luego piden un rescate al usuario a cambio del descifrado.
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